Gastronomía

Escarapuche. Imagen web Herrera del Duque.




















Los productos del cerdo y de la ganadería, los de la huerta, la carne de caza y los peces de los ríos de la zona son, fundamentalmente, la base de la gastronomía más popular de Herrera del Duque y Peloche, sin olvidar los dulces típicos que se elaboran según las festividades del año.

La matanza anual proporciona a los vecinos un colchón de alimentos para el resto del año,  llenando sus congeladores de chorizos, morcillas, tocino, lomos y otros embutidos y carnes, hechos, por supuesto, al modo tradicional para el consumo familiar. 

Los huertos particulares también dan patatas, tomates, calabacines, lechugas, coles, habas y otras hortalizas con las que se elabora el refrescante gazpacho de verano o el ajoblanco que acompaña a la tradicional tortilla de patatas.

En Peloche es típico el escarapuche, una de las raciones más populares y, por tanto, demandadas en las reuniones de verano de El Espolón o el bar de Cipri. El escarapuche original, el de peces, es un plato que se sirve frío, se trata de una especie de ensalada o picadillo con cebolla, tomate, vinagre y peces. En la actualidad, se hace el mismo plato pero añadiendo carne asada.

Las migas, a las que acompañan los chorizos y torreznos de la matanza, también tienen su espacio destacado en las cocinas del pueblo, al igual que la caldereta de cordero o las sopas de leche y tomate.

Nuestros dulces populares son la candelilla, los canelones de Semana Santa, las chaquetías para el Día de los Santos y los canutos en Peloche para San Antón, sin olvidar otros como los mantecados de cajón, la magdalenas de latillas o las flores.

Pero al margen de la gastronomía más tradicional, en la actualidad, el sector hostelero y de restauración de la localidad ofrecen una carta rica y variada en productos y platos.

Desde hace unos años, para promover precisamente la gastronomía del pueblo y dinamizar la restauración, se ha promovido desde el Ayuntamiento en colaboración con diferentes establecimientos, la Ruta de la Tapa, una cita culinaria y de ocio que se viene celebrando a finales de abril o principios de mayo y que, tras varias ediciones de éxito y acogida, es una referencia más para disfrutar de la localidad.